Tu recuerdo está desde la mañana,
Lo admito…te quiero en mi cama.
Me miro en el espejo y te siento,
Pero ya has quedado tan lejos.
Ganas de decirte mucho,
¡Cómo te lucho.!.
Pero hoy, de plano, voy a dejarme perder,
Y si nos volvemos a ver,
Que el cielo y el infierno, se junten otra vez.
Pensaba que todo continuaba,
Continuaba, nuestras almas separadas.
Pensarte es puro sentimiento,
Amor y odio, en dos momentos.
Pensar que puedo hacerte feliz,
Y que de esto no va a quedar cicatriz.
Pero es difícil cuando ya no estás.
Dos desconocidos, que ni se miran al pasar.
Di tanto que me quedé vacía,
Hasta mis sueños en caja de oro te los repartía.
Pero sigo luchando día a día,
Aplastando nuestro último día.
Proyectos que alcanzar,
Voces para iluminar.
Aun así, no te he de olvidar.
Mi cabeza abierta, mis pasos alerta.
Sólo quiero alguien que no me pierda.
Y si alguna vez oigo de nuevo tu voz,
Sólo te diría:
¡“cómo te extraño mi amor”!.
Mariana Romano